Hoy hablamos de:

A Perfect Circle – Eat The Elephant

Avatar de Más Decibelios
La espera ha merecido la pena.
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Eat The Elephant es el nuevo disco de A Perfect Circle y el primer nuevo trabajo de la banda de Maynard James Keenan en 14 años. ¿Cómo han regresado? Lo escuchamos:



Cuando la sociedad atraviesa tiempos difíciles, el arte tiene un mayor potencial para provocar y hacer pensar a la gente. Aunque no es un registro totalmente político, Eat The Elephant toca temas amplios y relevantes de corrupción por parte de los que están en el poder, aislamiento masivo y la reciente muerte de artistas queridos como Robin Williams y Prince. Hay un sentido del humor seco que aparece a veces, particularmente en “So Long, And Thanks For All the Fish” y “Delicious”. Esto evita que las cosas se vuelvan demasiado pesadas, siendo la versión más accesible de A Perfect Circle hasta ahora. Las atmósferas de roca espacial de Thirteenth Step están presentes, y Eat the Elephant todavía se siente como A Perfect Circle, pero actúa como una evolución efectiva de sus lanzamientos anteriores de principios de la década de 2000.

Por suerte, el álbum de versiones eMOTIVe ya no es el último trabajo de estudio del grupo. Aunque muchos no dijeron que fuera el descarrilamiento del tren, el proyecto estaba equivocado desde el principio. Pareció un intento de hacer un álbum de protesta para la era Bush. Sin embargo, estaba compuesto por covers de artistas como John Lennon y Joni Mitchell, con el siendo el único material original una remezcla de Thirteenth Step y un gran Cara-B, “Passive”.

eMOTIVe obtuvo una respuesta polarizada por parte de los aficionados y logró alcanzar un nivel de pretenciosidad similar al de U2 con Rattle & Hum. Y, al igual que U2, A Perfect Circle necesitaba arrodillarse y reevaluarse. Después de unos años, se comenzó a trabajar en Eat The Elephant. Después de una espera tan larga, se siente como un álbum que necesitó el tiempo necesario para ser hecho. Se cubre una amplia gama de emociones, desde el enojo apenas velado en “The Doomed”, pasando por momentos más tranquilos centrados en el piano, hasta varios estilos de rock alternativo.




Para un álbum tan extenso como éste, el flujo de cada pista que conduce a la otra es perfecto, dando una sensación de álbum conceptual mientras se explora una amplia gama de temas. Aunque sigue siendo personal, el disco es más extrovertido y actual que la marca de música que suelen editar los compositores Billy Howerdel y Maynard James Keenan. Keenan se supera a sí mismo como vocalista, siendo su canto versátil un punto culminante.

Howerdel se encarga de la mayoría de las funciones instrumentales, estableciendo todo tipo de riffs de guitarra de rock alternativo y melodías más espaciosas también. “Feathers” en particular suena como una feliz extensión de Thirteenth Step. A pesar de todas las fortalezas que tiene Eat the Elephant, uno no puede dejar de sentir que la interpretación de la batería podría haber sido más dinámica y técnica a veces. Aun así, el tono cambia con frecuencia, por lo que tener algunos elementos consistentes como ritmos y baterías similares mantiene todo enraizado.

Eat The Elephant se siente épico y diverso. Keenan implora a la humanidad que vuelva a conectarse entre sí en un álbum sombrío que destaca “Disillusioned”, avergüenza a aquellos que se benefician de la desigualdad social y de la riqueza en “The Doomed” y “Delicious”, y, en general, reflexiona sobre cómo llegamos a donde estamos como país y como sociedad. Esto no puede ayudar pero se siente como el álbum de protesta efectiva que se intentó en eMOTIVe. Los candidosos temas globales del To the Bone de Steven Wilson se me vienen a la mente, ya que el resquicio de esperanza del triste estado de los acontecimientos actuales es lo convincentes que pueden ser los artistas de rock moderno al canalizar sus emociones y su arte para hacer una música excelente como ésta.

Eat the Elephant es atractivo, rock atmosférico hecho bien con letras inteligentes y temas ambiciosos. Desde el más directo y enérgico “TalkTalk” hasta el más relajado, y más cercano a Massive Attack “Get the Lead Out”, la variada composición de canciones está viva en 2018. Aunque socialmente, como expresarán las letras, hay mucho que cambiar.



Conclusión

Aquellos que entienden a Keenan y Howerdel saben que el arte es lo primero, y Eat the Elephant no existe para ganar más dinero y jugar con la nostalgia del éxito anterior. Hay un equilibrio eficaz entre ser lo suficientemente similar a los dos primeros lanzamientos y entrar en un territorio nuevo y aventurero. Se desconoce si se trata o no de un nuevo comienzo o de una despedida largamente esperada. Al final, la espera valió la pena para escuchar un fantástico regreso de la banda con relevancia y madurez. A Perfect Circle no está viviendo en el pasado; han elegido mirar hacia adelante y evolucionar mientras nos piden a todos nosotros que hagamos lo mismo, como se supone que debemos hacer.

Adaptación al español de la crítica de Benjamin Kuettel.

Ficha

Discográfica: BMG
Fecha de publicación: 20 de abril de 2018
Tres canciones fundamentales: “Disillusioned”, “The Doomed”, “Delicious”
Escúchalo: en Spotify
Cómpralo: Amazon, iTunes

Portada

a perfect circle eat the elephant

Listado de temas

  1. Eat the Elephant
  2. Disillusioned
  3. Contrarian
  4. The Doomed
  5. So Long, And Thanks For All the Fish
  6. TalkTalk
  7. By and Down the River
  8. Delicious
  9. DLB
  10. Hourglass
  11. Feathers
  12. Get the Lead Out

Gira

A Perfect Circle tiene algunos conciertos confirmados por Estados Unidos y festivales por Europa, incluyendo dos citas por España en el Download Festival de Madrid y en el Be Prog! My Friend de Barcelona. Nada por ahora en el horizonte por Latinoamérica. Más info en la web oficial de APC.

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2 comentarios
  1. A mi opinión este quizá no sea un álbum para todos los oídos, y solo quienes han esperado con paciencia y mucho optimismo después de casi 15 años es justo decir que Eat the Elephant realmente valió la pena

  2. Eat the Elephant me tiene enganchado. Su elixir viaja libre por mi cuerpo. Es un veneno que no se marcha. A cada nueva escucha, me parece todavía mejor. Y descubro pasajes ocultos que me fascinan.

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