Will To Power es el nuevo disco de Arch Enemy, el décimo en su carrera y el primero en el que escuchamos a Jeff Loomis, que se incorporó a la banda en noviembre del año pasado. Ya avisamos: es un discazo, aunque no exento de polémicas.
Tras la intro instrumental “Set Flame to the Night”, que incluye buenos juegos de guitarras dobladas y las típicas sirenas y ambientación de banda sonora, entra a saco “The Race”, un puñetazo en la cara desde el segundo número tres, momento en el que entra el rugido de Alissa White-Gluz, que está más bestia que nunca sin perder nitidez en la dicción. Es un tema muy rápido, con unas guitarras que buscan siempre el groove y con un giro en torno a la mitad que lo hace mucho más duro y contundente. La parte del solo de guitarra sirve como puente perfecto para volver a acometer con otro sets de estrofas con la misma caña que al principio. Cuidado, que te puede despeinar.
“Blood In The Water” tiene un riff más melódico que da paso a una Alissa más susurrante, aunque enseguida recupera su seco gutural. Poco antes del estribillo las guitarras hacen una melodía marca de la casa Arch Enemy, y, cómo no, el propio estribillo incluye un lead melódico muy pegadizo sobre el que entran varias frases (“Round and round we go, where this will end nobody knows”). Su estructura circular hace que termine como empezó, con Alissa susurrando y con el mismo riff inicial.
El primer adelanto de este Will To Power fue “The World Is Yours”, cañero y con un estribillo muy power metalero. De hecho, quizá el punto más polémico del álbum es que, por momentos, el death melódico queda en un segundo plano y, sí, parece un grupo de power metal con una cantante gutural. Eso le da un punto más comercial. A mí me gusta, pero posiblemente los seguidores del death más tradicionales vean esto como una gran pega. Incluso se nota en los solos doblados y los arreglos de la batería. Me encanta el puente, en el que el corte baja de tempo y se pone muy burro para dar paso a un piano con la melodía del estribillo (muy comercial y típico, sí, pero muy efectivo).
Otro de los singles escogidos del álbum es “The Eagle Flies Alone”, para mí uno de los más redondos del trabajo. Empieza con un bonito arpeggio de guitarra pseudo distorsionada y enseguida arranca toda la banda con un groove in crescendo. El grupo vuelve a dejarse llevar por el power metal en las estrofas (en las que Alissa ha metido coros con voz limpia que quedan bastante bien), que generan un clímax muy bueno de cara al estribillo, que suena muy comercial (todo lo comercial que puede ser un grupo de esta índole) y con unos arreglos de guitarra muy apropiados. Creo que es el balance perfecto entre la caña y la melodía y tiene todas las papeletas para convertirse en un himno para Arch Enemy. Ojo al trabajo de guitarras entre Michael Amott y Jeff Loomis, elegantes, técnicos y orientados a la melodía.
“Reason to Believe” puede marcar el punto de la discordia. Es una balada. Sí, una balada. Y Alissa canta con voz limpia y muy bonito. Cuando empieza la parte más cañera, mezcla voz limpia con roturas y, finalmente, con sus guturales. La canción bien podría entrar en la definición power ballad, así que imagino que también enfadará mucho a los menos abiertos de mente. Sonar suena muy bien (aunque sí es cierto que aquí Arch Enemy desdibuja su personalidad hacia algo distinto).
El bajo y la batería nos dan la bienvenida en “Murder Scene”, quizá la más brutal de todo el disco. Rápida, cañera, con muchos cambios y unos leads de guitarra melódicos que, sí, una vez más suenan a power metal. Creo que en el estribillo se deshincha un poquito, pero también es verdad que las estrofas son muy, muy duras. Casi cualquier cosa a su lado parecería desinflada. Muy bueno el solo de guitarra, por cierto, breve, pero muy intenso. De cara al final Alissa vuelve a cantar en limpio y le da otra dimensión a la canción. Bien hecho.
La ambientación que genera al principio “First Day In Hell” suena a Soundgarden y a Alice In Chains, a ese grunge y depresión de los 90. Las guitarras son aquí las encargadas de ir desarrollando el tema, que cabalga con un groove a doble pedal para menear bien la cabeza. Su estribillo está liderado por unas guitarras muy hardrockeras (llevan el sello de Loomis). En torno a la mitad la canción adquiere una oscuridad magnífica. Sube bien el volumen.
“Saturnine” es un puente instrumental con una especie de caja de música de fondo y unas guitarras que suenan a Amott desde el principio. Sirve como antesala a “Dream Of Retribution”, la más larga del disco. Arranca con unos arreglos corales y un lead de guitarra neoclásico (muy a lo Yngwie) y enseguida coge un carácter muy agresivo, eso sí, acolchado con arreglos orquestales y unas guitarras muy melódicas. Tiene partes más modernas, con toques electrónicos y luego el estribillo es uno de los más inspirados del trabajo. Me ha llegado a recordar en algunas partes a Children Of Bodom, y aunque eso no es bueno, como suena bastante bien no tengo nada que objetar, la verdad. Creo que Loomis y Amott se han superado con sus instrumentos, muy curradas sus partes. Escucha el tema con atención que tiene muchos detalles de producción que enriquecen el resultado final.
Si te gustan los Arch Enemy más salvajes y extremos, entonces “My Shadow and I” probablemente sea para ti. Alissa parece que nos va a comer y el groove construido suena muy gordo. También cuenta con arreglos de teclado, aunque algo más sutiles que en el tema anterior. En cuanto a dinámica creo que es uno de los cortes más variados y con más “sorpresas”. Muy bueno.
“A Fight I Must Win” es el cúlmen del disco. Violines, violas y cellos empiezan creando una capa épica que pronto rompen las guitarras y la batería. Si ya de por sí los estribillos y melodías de Arch Enemy son grandilocuentes, si le sumamos una sección de cuerda como ésta, el resultado es más rico y musicalmente se disfruta mucho. Es una canción con desarrollo lento y pesado, pero con tanto detalle que merece la pena prestarle atención a cada detalle, a cada arreglo de bajo y de guitarra. Compositivamente es un paso adelante para Arch Enemy.
Conclusión
Arch Enemy ha publicado un disco muy inteligente. Actualmente es una de las bandas más en forma en directo en el panorama extremo. Se han recorrido todo el mundo tanto en festivales como en giras propias y sus conciertos suelen ser un éxito porque saben lo que los fans demandan. Con Will To Power maximizan los puntos que quiere su audiencia mayoritaria: más melodías, más estribillos pegadizos y sin perder la caña. ¿El problema? Que por el camino cruzan varias veces una frontera que dudo que los seguidores más “tradicionales” del death puedan perdonar.
A fin de cuentas, se trata de un disco de death melódico muy accesible, pero con unas composiciones y una calidad técnica muy buenas. Si te quedaste en Burning Bridges o Wages of Sin, seguramente este Will To Power te duela. Si la época de Arch Enemy con Alissa te gusta, este disco te molará. Y, sí, la incorporación de Jeff Loomis suma mucha calidad, melodías y guitarras geniales. Independientemente de que te guste o no el álbum, yo no me perdería a esta banda en directo.
Ficha
Discográfica: Century Media
Fecha de publicación: 8 de septiembre de 2017
Tres canciones fundamentales: “The Race”, “The Eagle Flies Alone”, “First Day In Hell”
Escúchalo: en Spotify
Cómpralo: Amazon, iTunes
Portada

Listado de temas
- Set Flame To The Night
- The Race
- Blood In The Water
- The World Is Yours
- The Eagle Flies Alone
- Reason To Believe
- Murder Scene
- First Day In Hell
- Saturnine
- Dreams Of Retribution
- My Shadow And I
- A Fight I Must Win
Gira
Arch Enemy tiene unos cuantos conciertos confirmados para presentar Will To Power en directo. En España hay dos fechas confirmadas:
- 19 de enero de 2018, Barcelona (Sala Razzmatazz) + Wintersun + Tribulation + Jinjer
- 20 de enero de 2018, Madrid (Sala La Riviera) + Wintersun + Tribulation + Jinjer
Más info en su web oficial.
suena bien es espectacular y es bueno que innoven los mas tradicionales me dan igual la banda suena bien y alyssa lo ase genial y es mui guapa me a gustado mucho este nuevo álbum sigan así.