Tres años después de su aclamado Bloom, el dúo de Baltimore regresa con la difícil tarea de, al menos, igualar aquel trabajo que se coló en todas las listas de ‘lo mejor’ de 2012 y en las mentes de miles de personas en todo el mundo que acabaron adorándolo. Con este contexto, escuchamos Depression Cherry, el nuevo disco de Beach House.
Lo primero que avisaban en nota de prensa cuando anunciaron el lanzamiento del CD fue que iban a regresar a un sonido más simple y menos ‘ruidoso’, con un papel menos protagonista de la batería y con canciones sencillas que se estructurarían en torno a pocas melodías y no muchos instrumentos.
Es algo que notarás desde el primer momento y que es muy evidente en “Levitation”, el primer corte del álbum. Un suave sintetizador como colchón, un lejano hit hat electrónico y una melodía vocal muy chill out que reza una letra sobre dos personas que se pierden y que ‘lo sienten todo después de medianoche’. El estribillo llega tarde, pero entra a la primera como un mantra: There’s a place I want to take you, when the unknown will surround you. No obstante, creo que los casi seis minutos que dura son excesivos y no me extrañaría que aburrieran a más de uno, especialmente porque tiene una estructura con pocos cambios y con melodías sin apenas variaciones.
Unos coros distantes y un lead de guitarra eléctrica distorsionada sirven como introducción en “Sparks”, el que fue seleccionado como single del álbum. La batería está ahí dando ritmo, pero está tan en segundo plano que probablemente te olvides de que esté ahí al poco tiempo. Las oníricas melodías vocales y varios órganos synth son los verdaderos protagonistas de un tema que recuerda a Bloom, aunque el brillo y la magia no sean las mismas que en aquél.
“Space Song” arranca con unas melodías a caballo entre lo tropical y lo sideral, una mezcla interesante en la que el bajo domina el groove y los sintetizadores pueden llegar a recordar a Future Islands. Relajante, diferente y con un tempo lento para disfrutar. El final es adictivo y te hará repetir una y otra vez Fall back into place.
Una nostálgica guitarra ‘gime’ encima de unos sintetizadores al comienzo de “Beyond Love”, uno de los cortes más intimistas del trabajo. Las melodías vocales son muy inocentes, aunque pueden acabar pecando de algo pegajosas, sobre todo de cara al final, cuando empiezan a incorporarse más capas y efectos sonoros. La robótica percusión inicial de “10.37” sirve como un leve y constante latido para una canción minimalista, que va incorporando poco a poco más elementos. Es muy preciosista, elegante y tiene una guitarra muy a lo The xx que le queda muy bien.
Se respira cierto aire a Coldplay en el arpegio inicial de “PPP”, un tema en el que la voz suena más desnuda que en el resto del CD, lo que enfatiza la calidez de la melodía y hace que se entienda mucho mejor la letra. Ese solo de guitarra con slide será un buen aliado si estás de vacaciones de verano en cualquier lugar. No tengas prisa en escuchar este tema porque su intención es que el tiempo pase más lento. Si consigues entrar en el juego, te dará rabia cuando acabe.
“Wildflower” tiene una de esas melodías de voz que enganchan y que te evaden. Posiblemente sea de las más ‘accesibles’ de todo el álbum, aunque eso no la hace peor, al contrario, puede que te acabes haciendo adicto a la paz y tranquilidad que rezuma.
Ese martilleo insistente del principio de “Bluebird” es el culpable de que todo lo demás se cuele en tu mente sin que apenas te des cuenta. Descubrirás un arpegio de guitarra de fondo, unos sintetizadores que parecían no estar ahí al principio, una voz que aparece y desaparece y, cuando ya seas consciente de todo, el tema terminará dejándote con ganas de volver a darle al play.
Las voces armonizadas y eclesiásticas de “Days of Candy” son la base para una letra casi susurrada y nada recomendada si necesitas mantenerte despierto (al volante, por ejemplo). Es una especie de nana new age que, afortunadamente, acaba adquiriendo algo de ritmo en torno a la mitad. Incluso así puede hacerse cuesta arriba llegar al final de los más de seis minutos de todo un canto de sirenas que te dejará en standby.
Conclusión
Depression Cherry necesita más de una escucha para que comiences a digerir y entender unas canciones muy básicas en las que la calma, el sosiego y la desconexión son sus principales armas para conquistarte. Sin embargo, falta esa chispa que encontramos en Bloom que hacía a Beach House rozar la genialidad. Esta nueva entrega es, sin duda, un buen trabajo, pero nada más.
Ficha
Discográfica: Sub Pop Records
Fecha de publicación: 28 de agosto de 2015
Tres canciones fundamentales: “Space Song”, “Wildflower”, “Bluebird”
Escúchalo: en NPR
Cómpralo: en Amazon o iTunes
Portada
Listado de temas
- Levitation
- Sparks
- Space Song
- Beyond Love
- 10:37
- PPP
- Wildflower
- Bluebird
- Days of Candy
Gira
Beach House comenzará una gira por Estados Unidos en agosto y ya a partir de finales de octubre pasarán por Europa, incluyendo dos fechas por España en noviembre:
Nada previsto todavía por Latinoamérica.