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Alter Bridge deja pequeña La Riviera a su paso por Madrid

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Myles Kennedy y Tremonti se metieron en el bolsillo a una Riviera llena para escuchar cómo suena Fortress en vivo.
Alter Bridge live

Probablemente el primer viernes frío de Madrid de este mes y la cola para el concierto de Alter Bridge + Halestorm en la Riviera llegaba hasta el famoso cruce al lado del Burger King minutos antes de la apertura de puertas. Se habían vendido todas las entradas y eso significaba unas 2.500 personas dispuestas a escuchar en directo los temas de Fortress, la nueva entrega de Myles Kennedy y Tremonti, la magnífica dupla que lidera Alter Bridge.

Halestorm, un ciclón en el escenario

Mary Ouellette | https://shewillshootyou.com/

A eso de las 19.45h y con la sala casi llena, los jovencísimos Halestorm salieron al escenario. Eso sí, todas las miradas se dirigieron a Lzzy Hale, la portentosa vocalista de la banda, que salió con una preciosa Explorer blanca. A pesar de que ella es la protagonista, sus tres compañeros se encargaron de ponérselo difícil durante los 45 minutos de actuación que se les habían concedido. No paraban quietos, aunque mención especial merece Arejay Hale, el baterista, con una vitalidad increíble que dejó boquiabierto a más de uno, tanto por su manera de tocar, como porque saltaba, brincaba y se movía como si no estuviera detrás de una batería tocando.

Arrancaron su actuación con su fabulosa “Love Bites [So Do I]”, que ganó el Grammy a mejor canción de rock este mismo año y que les ha dado gran parte de su fama. La Riviera casi explota con el estribillo del tema, no parecía una banda telonera. Y esa sensación es la que dejaron las canciones de su The Strange Case Of… que tocaron, como “Mz.Hyde”, “Here’s to Us” o “Freak Like Me” (quizá la que más pierde en directo). Hubo tiempo para un solo de batería, que sirvió también para que Arejay jugara a cantar con el público, momento balada con “Familiar Taste of Poison” (Lzzy aquí acusó el cansancio y estrés vocal de una gira de muchos conciertos, pero lo suplió con soltura y empaque) y para “Dissident Aggressor”, la versión de Judas Priest que publicaron en su reciente EP de covers.

Ojalá y todos los teloneros fueran así.

Aquí el setlist, en el que habría que incluir el solo de batería, que fue justo después de “Familiar Taste of Poison”:

Alter Bridge, a otro nivel

Poco más de media hora después del ciclón Halestorm, llegó el turno del plato fuerte de la noche: Alter Bridge. Salieron los cuatro a la vez, a oscuras, y saludaron con ese inicio contundente de “Addicted To Pain”, primer single y grandísimo tema de Fortress. No os podéis imaginar lo bien que funciona el tema en directo. La Riviera, ya abarrotada, saltó y cantó como si fuera un hit de toda la vida. Y claro, la cosa no podía ir más que a mejor porque continuaron con canciones de su aclamado Blackbird, “White Knuckles”, “Come To Life” y “Before Tomorrow Comes”, sin apenas descanso entre medias.

Aunque el sonido no fue todo lo nítido que debiera (y es la vieja retahíla en La Riviera, por desgracia), la gente disfrutó muchísimo. No llegó ni la mitad del concierto y el público ya empezaba con el mítico canto de ‘oe oe oe’. Tremonti también se llevó varios vítores, y es que el guitarrista se salió en las seis cuerdas, así como en su labor a los coros en todos los temas y voz principal en “Waters Rising”, uno de los nuevos cortes, que funcionó genial.

El grupo repasó sus cuatro discos en las 18 canciones que interpretaron, aunque siete de ellas fueron de Blackbird y cinco de Fortress. No obstante, los momentazos vinieron de la mano de dos hits pertenecientes a One Day Remains: “Metalingus”, justo a la mitad del show, que terminó de poner la sala patas arriba, y “Open Your Eyes”, la penúltima canción del concierto y una de las más coreadas. Muy especial fue “Watch Over You”, en la que Myles Kennedy salió solo acompañado de una guitarra acústica y, a partir de la mitad de la balada, invitó a Lzzy Hale. Gran dueto y gran detalle para ella, que salió vestida casi de gala, sabiendo que muchos vídeos de YouTube se grabarían en ese momento. Podéis haceros una idea con este vídeo grabado hace unas semanas en Manchester:



¿Y qué tal Myles Kennedy? Es el principal culpable de que Alter Bridge esté donde esté. Tremonti es un maestro, pero la personalidad de la banda, el factor que diferencia el sonido Creed del sonido Alter Bridge (ya sabéis que Alter Bridge es Creed pero con un cantante diferente), es su voz. No es un frontman carismático, es más bien tímido. Interactúa lo justo con el público, pero su voz es capaz de levantar a miles de personas. No tuvo ni un solo fallo vocal, ni una sola nota mal dada, aunque eché en falta algo más de entrega y feeling al cantar (también es lógico que no intente forzar teniendo en cuenta la agenda de conciertos que tiene por delante y el altísimo rendimiento que debe tener en cada uno de ellos). Pero Myles no es sólo un gran cantante, es un guitarrista talentoso y lo demostró tocando la mayor parte del tiempo, con solos como el de “Isolation” o el arpegio inicial de “Cry Of Achilles”.

En líneas generales, Alter Bridge demostró en algo más de hora y media que se merecen ese rol de grupo ‘llenaestadios’. De hecho, España debe ser todavía de los pocos países de la gira europea donde no hayan tocado en pabellón (mirad esta foto del concierto de Amsterdam), aunque todo apunta a que la próxima vez que nos visiten tendrá que ser un recinto más grande. No tengas dudas: si tienes oportunidad de ir a verlos en vivo, ve.

A continuación, el setlist que tocaron:



Foto principal: HardRockHaven

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