Estuvimos viendo a Symphony X en Madrid, que vinieron a presentarnos su reciente y genial Underworld. La Sala Arena rozó el lleno (calculo que hubo casi 1000 personas) y, además, los grupos invitados fueron excelentes: Myrath y Melted Space.
Melted Space, dinamismo metalero
Los franceses Melted Space supusieron un muy buen y variado aperitivo para arrancar la noche. Su punto de partida musical es el metal sinfónico, pero dado que cuentan con dos vocalistas femeninas, un vocalista para guturales y un vocalista melódico, el abanico de estilos que tocan es muy amplio, desde el death metal, pasando por toques de progresivo hasta power metal.
Todos los músicos que llevan son de gran nivel (de hecho, en su último CD participaron integrantes de bandas como Morbid Angel, Dark Tranquility, Sirenia, Orphaned Land, Soilwork, Mnemic, etc.), aunque hay tantos elementos en las canciones que debió ser realmente complicado para el técnico sacar el concierto adelante mínimamente bien. De hecho, el sonido no fue brillante, pero fue suficiente para distinguir casi todo sin problemas.
Como digo, entretenidos, grandes músicos y canciones que son verdaderas montañas rusas de géneros.
- Terrible Fight
- Trust and Betrayal
- Hopeless Crime
- Titania
- …Para Bellum
- No Need to Fear
Myrath, metal diferente
¡Qué corto se hizo el concierto de Myrath! La banda tunecina comenzó su trayectoria haciendo covers de Symphony X bajo el nombre de Xtazy, pero acabaron convirtiéndose en, probablemente, una de las formaciones con más personalidad dentro del metal progresivo. Usan las raíces folklóricas de su tierra para producir un metal técnico, melódico, con mucho gusto y melodía y, sobre todo, que suena único.
Es de esos grupos que lo hacen todo tan fácil que hasta piensas que no es complicado lo que están tocando. Hay que quitarse el sombrero ante la increíble limpieza tocando de Malek Ben Arbia, que hizo sonar su guitarra barítona de siete cuerdas con una pulcritud y claridad sin igual, aunque el vocalista, Zaher Zorgatti, tiene un control de su voz impresionante.
Una pena que solo tocaran seis temas, y es que el público acabó pidiendo otra porque daba la sensación de que el plato fuerte eran ellos. Ojalá vuelvan pronto para ofrecernos de nuevo su metal progresivo arábigo. Sonaron de lujo (lógicamente, lanzaron muchas secuencias y samples) y tuvieron una actitud y una empatía con el público buenísimas. Aún sigo canturreando su pegadiza “Believer”.
- Storm of Lies
- Get Your Freedom Back
- Believer
- Wide Shut
- Nobody’s Lives
- Merciless Times
Symphony X, ¡vaya grupo!
Se hizo algo larga esa media hora entre el final de Myrath y el comienzo de Symphony X, pero supongo que se querrán asegurar de tener margen suficiente para dejar todo preparado. Una lástima que el sonido de la actuación de Symphony X fuera bastante mejorable. Hubo acoples, desajustes de volumen (a veces la voz estaba demasiado alta, los teclados también y las guitarras rítmicas casi desaparecidas, etc.) y a menudo se formaba una bola sonora que impedía distinguir todo con claridad.
Salvando el detalle del sonido, pudimos disfrutar de una banda en plena forma y que decidió, por primera vez, interpretar un nuevo disco de manera íntegra. Afortunadamente, le tocó al reciente Underworld, un trabajo muy sólido y que explota lo mejor del grupo, pero entiendo que muchos seguidores se quedaran con ganas de escuchar canciones de otras etapas (como el ausente The Odyssey).
Es cierto que, aunque todos sean músicos virtuosos y de otra galaxia, si no fuera por el carisma de Russell Allen, la cosa sería un poco más aburrida. Aparte de clavar cada canción con un nivel y una energía envidiables, Allen no escatima en guiños hacia el público y, además, nos fue relatando la historia que guía Underworld, que no es otra que un hombre que quiere salvar a su enamorada de las drogas y alcohol.
Las que más me gustaron de Underworld en directo fueron “Kiss Of Fire”, muy heavy y potente, “Run With the Devil”, cañera y con ese exquisito estribillo hard rock, y “Swang Song”, una power ballad emotiva y con muchos “cojones” (como diría el bueno de Russell en su improvisado español). Buen detalle en “To Hell and Back”, en la que el vocalista se puso una máscara blanca y negra y otra negra y roja como guiño a la portada de Underworld (que, a su vez, es un homenaje a la portada de su álbum debut).
¿Qué decir de Michael Romeo? Aparte de ser el motor de Symphony X, también es, sin duda, uno de los mejores guitarristas del metal contemporáneo. Esos riffs que se marca, esos solos imposibles y ese dominio que tiene en directo de su instrumento (en pocos segundos ha cambiado de distorsión, de pedal y de todo y no te has dado ni cuenta) son, simplemente, para disfrutar de él y aplaudirle. Como decía unas líneas más arriba, el resto de sus compañeros no se quedan cortos (y, si te paras a analizar las canciones, apreciarás la complejidad musical que tienen y lo mucho que hay que pilotar para ejecutarlas en directo tan bien).
Cayeron dos del The Divine Wings of Tragedy, la powermetalera y barroca “Out of the Ashes”, muy celebrada y coreada, y “Sea of Lies”, una de las más cañeras de todo el setlist. Tambiéh hubo tiempo para la instrumental “The Death of Balance”, con un pasaje de la Marcha Imperial de Star Wars incluido, y para jugar a cantar con Russell Allen, que dividió la sala en dos para ver quién gritaba más (al final, “como siempre”, según Russell, ganó el lado de Romeo).
Para los bises se dejaron la excepcional “Set the World on Fire”, lástima que sonara algo embarullada, y “Legend”, quizá la canción más redonda de Underworld, todo un temazo y que seguro no faltará en sus futuras giras. Aquí van los vídeos de ambos momentos:
En resumen: grupo de otra galaxia, canciones con garra y melodía, público entregado y sonido muy mejorable. Mereció la pena y esperemos que vuelvan pronto.
Setlist (puedes escucharlo también en Spotify):
- Overture
- Nevermore
- Underworld
- Kiss of Fire
- Without You
- Charon
- To Hell and Back
- In My Darkest Hour
- Run With the Devil
- Swan Song
- The Death of Balance / Lacrymosa
- Out of the Ashes
- Sea of Lies
Bises:
- Set the World on Fire (The Lie of Lies)
- Legend
Joder, fue un conciertazo con algunos peros. Myrath me dejaron con ganas de más y Symphony X…sin palabras lo buenos que son, sobre todo Russell Allen, que lo clavó en cada tema. ¡Qué pedazo de voz! Eso sí, tengo un sabor agridulce del concierto. ¿Por qué? Porque la sala era una auténtica basura para el grupo del que estamos hablando, con escenario enano y un sonido, como bien comentas en la crónica, que dejó que desear, y mira que me da rabia porque he visto vídeos de ellos que suenan genial. El caso aquí es que el teclado pasaba muy desapercibido, que a veces ni se oía, en otras una guitarra demasiado alta, el volumen estuvo muy alto y a veces no se distinguían matices o detalles. El setlist…ya me lo conocía por otros conciertos pero extrañé más variedad como algo de The Odyssey o Twilight in Olympus y menos Underworld, pues es la primera vez que tocan un álbum entero. Es un álbum largo y algo menos del mismo, como hicieron con Paradise lost y algo más de lo antiguo y hubiera sido mejor.
Me encanta el último disco, de modo que el Set list me pareció bien, no obstante creo que para satisfacernos a todos, el concierto tendría que durar unas 4 horas jejejej.
Eché de menos algo de Odyssey, V (un pequeño fragmento no es suficiente) y, sobre todo Smokes and Mirrors (me gustaron los guiños a Divine),
El concierto fue muy corto, entre la charlita de Rusell y el descanso, apenas sonaron hora y media +/-, y el sonido…..
Lo que me dio verdadera pena es la sala en general, pobre, pequeña, sonido horrible, yo veía a Michael Lepond y, sobre todo, a Pinella y me daba vergüenza ajena,
Seguro que volveré a verlos, ya llevo 3 desde que hace 20 años los descubrí, y espero una noche revival de sus grandes discos de los 90,s y primeros 00,s.