El nuevo EP de Foo Fighters, Saint Cecilia, llegó la semana pasada como una sorpresa para todo el mundo. La intención inicial del grupo era regalarle algo a los fans por todas las muestras de cariño mostradas en los últimos años, pero, con los recientes atentados de París, cobró otro mensaje más: nada mejor que la música para lanzar un mensaje a favor de la vida, del amor y en contra del terrorismo.
No obstante, más allá de eso, hay cinco canciones. ¿Qué tal están?
Un palm mute muy rockero y la reconocible voz de Dave Grohl inician con calma “Saint Cecilia”, que tiene una melodía creciente y que evoluciona poco a poco hasta una especie de mantra repetitivo en la que se echa en falta más fuerza y menos comodidad en la manera de cantar del vocalista. Da demasiado la sensación de que estaba sentado en un sofá mientras grababa este tema, y eso no le viene bien al rock. Más allá de eso, es un tema bastante normalito, con un trabajo interesante de guitarras (nada del otro mundo) y una batería normalita.
La banda pisa el acelerador en “Sean”, con una clara influencia del punk que se nota tanto en los acordes y riffs de las guitarras como en la simple batería, pero no tanto en la voz de Dave, que se siente, de nuevo, demasiado acomodada y poco rompedora, que es lo que pide un corte así. Afortunadamente, el final se pone más interesante gracias a unos versos más rebeldes y con más fuerza y unos coros enérgicos que gritan “Sean!”.
Nunca imaginé que Motörhead fuera a estar tan presente en un corte de Foo Fighters como en “Savior Breath”. Suena salvaje, con las guitarras bien afiladas y con la voz muy tapada por la distorsión. Un subidón de adreanalina con toques noise, grunge y con un bajo matador.
Para contrarrestar la caña de la canción anterior llega “Iron Rooster”, una balada con guitarra acústica muy tranquila y en la que Dave muestra su lado más meloso. Obviamente, aquí sí pega su registro más melódico y pausado, y se nota en el resultado. Los arreglos de piano y los coros le dan un aire intimista genial. Fíjate en cómo va creciendo poco a poco la intensidad, pero nunca llega a explotar. Buena producción, bien conseguido el feeling y excelente trabajo de guitarras, que hacen unos solos simples pero muy efectivos.
“The Neverending Sigh” abre con una guitarra con mucho reverb de fondo que enseguida se transforma en un riff rockero, al que sigue un ritmo machacón, lleno de palm mute y que tiene un estribillo a medio tiempo que pausa el ritmo y pensado para reventar estadios en directo. No es un tema previsible, tampoco es un hit, pero es cañero y muestra a una banda que sabe hacia dónde va, pero no lo muestra de una manera obvia.
Conclusión
Es un regalo y como tal hay que apreciarlo, pero es preocupante que Foo Fighters se decanten por composiciones en las que se sobreproteja la voz de Dave Grohl. El resultado en esos cortes es un rock sin carácter y soso, que queda todavía más en evidencia con pelotazos como “Savior Breath”, que muestra una cara totalmente distinta. Esperemos que en el próximo trabajo la banda deje las canciones menos inspiradas en el baúl y se centre en lo que más brilla: repartir rock and roll sin concesiones y con mucho sudor.
Ficha
Discográfica: Roswell Records
Fecha de publicación: 23 de noviembre de 2015
Dos canciones fundamentales: “Savior Breath”, “The Neverending Sigh”
Escúchalo: en Spotify o en YouTube
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Portada
Listado de temas
- Saint Cecilia
- Sean
- Savior Breath
- Iron Rooster
- The Neverending Sigh
Gira
Foo Fighters no tiene conciertos confirmados por el momento. Más info en su web oficial.
La ausencia de comentarios denota lo sosa que es esta crítica.