Ya está aquí el nuevo disco de St. Vincent, Masseduction, el sucesor de su exitoso álbum homónimo, que salió a la venta hace tres años. ¿Qué tal regresará Annie Clark? Lo escuchamos:
Lleno de gloriosas contradicciones, el quinto álbum de St. Vincent, Masseduction, está lleno de contenido oscuro pero que suena tan maravillosamente alegre que a veces es difícil sentirse demasiado oprimido.
Su momento pop (el álbum es co-producido por Jack Antonoff, que ha trabajado anteriormente con Lorde y Taylor Swift), desde el principio con “Hang On Me” y la melodía sintetizada, sensual y sonora, junto con la intensidad erótica de la voz de Annie, deja claro que algo especial está en el horizonte.
Con una honestidad palpable, Annie canta historias intensas de lujuria (“Savior”, jugando a disfrazarse de personajes erótico del estilo de una enfermera, maestra, monja, con un traje que “cabalga y se pega a mis muslos y caderas”; “Young Lover”, que admite contundentemente “echo de menos el sabor de tu lengua”) y el amor, pero siempre sesgado al fatalismo, peligro o con la pega de “Tú y yo no estamos hechos para este mundo. Insiste en el estreno dramático y apasionante, casi deleitándose con la naturaleza condenada del asunto. La canción clave “Los Ageless” repite, como un conjuro o una súplica: “¿Cómo puede alguien tenerte y perderte a ti y no perder la cabeza también?”
La muerte se insinúa, fatalísticamente, en varias ocasiones, desde la admisión de “Sugarboy” de un “amor por la tragedia” hasta el apocalíptico “Fear the Future” que imagina “la tierra partida en dos”; con el suicidio aludido tanto en la “Smoking Section” como en “Young Lover”. La descripción de “Masseduction” de un “sonriente nihilista”, sin embargo, se acerca más al corazón del estado de ánimo del álbum.
Lo cual es, a pesar de la oscuridad, extraordinariamente edificante. Es dramático el contraste entre las palabras que se están cantando y la fabulosa música, sintetizada, pulsada y pesada como un rifle, las melodías instantáneamente más o menos intensas y las magníficas voces entregadas, pero, de alguna manera, no es jocoso ni disonante. Mira la voz a lo Giorgio Moroder de “Sugarboy”, en la que, digamos, arrastran su tragedia a la pista de baile, o las frenéticas “Pills”: tanto confesionales como extrañamente cómicas.
En el punto medio del álbum se encuentra uno de sus mejores momentos, y uno que de alguna manera está solo. “Happy Birthday, Johnny” es simple, sencillo, sin adornos y bastante hermoso. Presumiblemente cantado al mismo Johnny que el “Prince Johnny” de 2014 en St. Vincent, combina una melodía sencilla con un homenaje/apología/mensaje muy conmovedor a un… ¿Qué? ¿Amigo? ¿Hermano? ¿Ex?, que claramente está en problemas y luchando. Es encantador, y tan íntimo que casi te sientes como un fisgón para escucharlo, como el cantante admite, con calvicie: “Claro que me culpo”.
Conclusión
No cambiaría ni una nota ni quitaría ninguna canción. Es una auténtica obra maestra: compleja, divertida, sexy, sombría, desoladora, edificante, inspiradora y fascinante de principio a fin.
Adaptación al español de la crítica de Jude Clarke.
Ficha
Discográfica: Loma Vista
Fecha de publicación: 13 de octubre de 2017
Tres canciones fundamentales: “Hang On Me”, “Los Ageless”, “Happy Birthday, Johnny”
Escúchalo: en Spotify
Cómpralo: Amazon, iTunes
Portada
Listado de temas
- Hang on Me
- Pills
- Masseduction
- Sugarboy
- Los Ageless
- Happy Birthday, Johnny
- Savior
- New York
- Fear The Future
- Young Lover
- Dancing with a Ghost
- Slow Disco
- Smoking Section
Gira
St. Vincent tiene unas cuantas fechas confirmadas para su Fear the Future Tour, pero ninguna por España o Latinoamérica. Más info en su web oficial.