Diez años han tenido que pasar para que se presentaran The Buyakers en Puertollano con un disco bajo el brazo. Conciertos, cambios de formación y muchas horas de ensayo después, la banda liderada por Sergio González quiso desgranar los siete nuevos temas que componen Empieza la función rodeado de sus incondicionales, que cada vez son más. Aquella noche, el salón de celebraciones del restaurante Los Escuderos de Puertollano acogió a una 300 personas dispuestas a disfrutar de un espectáculo que fue más allá de la música.
Todo empezó sobre las 9 de la noche con unos malabaristas que, al son de la famosa “Alegría” del Circo del Sol, empezaron a darle explicación a esa etiqueta de ‘fun rock’ que los propios Buyakers usan para definirse. Sin duda, el humor fue uno de los principales protagonistas de la noche, en la que escuchamos un popurrí de versiones tan variadas como poco habituales en un concierto de rock. Desde “Bajo el mar”, banda sonora de La Sirenita, pasando por tributos a grupos míticos como Los Ramones o Elvis Presley hasta guiños a bandas nacionales como Celtas Cortos, Barricada o Porretas. Hubo tiempo hasta para Rihanna.
La mezcla no es de extrañar teniendo en cuenta que es una formación en la que, aparte de guitarra eléctrica, bajo y batería, encontramos trompeta y trombón, laúd, teclado y ukelele, unos instrumentos atípicos que son justo los que le dan ese toque tan especial a la música de The Buyakers, que pivota desde el rock clásico acariciando el blues, el reggae, el ska o el pop, y da como resultado un mestizaje fresco y muy orientado a animar al público en directo.
A pesar de que eran ocho sobre el escenario, hubo varios invitados, como Lara Alba, del dúo ciudadrealeño Luces Desenfocadas, que aportó aún más riqueza si cabe a las canciones del amplio repertorio interpretado. Ya al final, incluso apareció una charanga de Argamasilla de Calatrava, el pueblo vecino de Puertollano, para terminar de darle el toque festivo a la música.
Por supuesto, no faltaron los temas de Empieza la función. Desde la instrumental y burlona “Boogieyakers”, la sentimental balada “Silencio” o la divertida “Yo & Misko legas”, la materia prima del CD está llena de talento y buenas melodías, aunque, eso sí, “No somos Tarantino” sigue destacando por encima del resto como himno querido y particular del grupo.
Lamentablemente, el sonido fue malo. El lugar elegido era una salón habilitado para celebraciones familiares y otro tipo de eventos, pero, desde luego, no para conciertos. La acústica era mala, los acoples fueron inevitables (y eso que el técnico se empleó a base de bien) y el equipo de sonido era insuficiente, pero importó poco para un público que cantó, saltó y bailó durante las casi dos horas de show.
No obstante, da gusto ver a un grupo intentando hacer cosas diferentes, trabajando para lograr una actuación entretenida y, sobre todo, con mucha humildad y sin pretensiones. Aparte de amigos, familiares y caras locales conocidas (representantas del gobierno local, otros artistas, periodistas, etc.) fue una buena noticia ver que la convocatoria de público de la formación sigue siendo creciente, y es que, aparte de los ingredientes que acabamos de comentar, The Buyarkers empatizan muy bien con el respetable. Aquí tienen mucho que ver las tablas sobre los escenarios de los integrantes, pero, especialmente, el carisma de Sergio, que a base de una trayectoria personal de monólogos y mucha carretera, sabe muy bien cómo conectar con la gente.
Ya tienen la buena música, el buen rollo y el talento. Ahora lo que hace falta es que la banda siga creciendo en todos los sentidos, y que tenga suerte y la oportunidad de seguir presentándose por el resto de España. Si tocan cerca, no te los pierdas.
Galería de fotos del concierto: