Jungla de Cristal es la mejor película navideña de todos los tiempos y no acepto discusiones

Ya está bien de películas pastelosas para ver en Navidad. La mejor para ver en esta época es Jungla de Cristal.

En lo alto de la ciudad de Los Ángeles un grupo armado ha secuestrado un edificio, apoderándose de unos rehenes. Un hombre ha conseguido escapar… Es un policía fuera de servicio. Está solo, agotado… La única oportunidad, es él.

Die HardJungla de cristal tal como tradujeron por estos lares— es una de las películas más emblemáticas de los años ochenta. Aunque parecía que todo estaba inventado en el género, resultó pionera en muchos aspectos. Por otra parte, el personaje John McClane, interpretado por Bruce Willis, se convirtió en un icono del cine de acción que nos depararía cuatro secuelas. 

El hombre al que nadie había invitado a la fiesta, el que siempre se encuentra en el lugar erróneo en el momento inadecuado, es el que debe salvar la papeleta. Todo empieza con un viaje de Nueva York a California. John lleva seis meses separado de su mujer, Holly, y tiene la oportunidad de solucionar las cosas. Lo que nadie esperaba era que un grupo armado invadiera el Nakatomi Plaza. La trama va directa al grano, sin florituras. McClane logra escapar. No le queda otra que apretar los dientes y echarle un par de huevos. Así funciona el mundo. 

Recuerdo que como me gustaba la serie Luz de luna, le di la tabarra a mi madre para que fuéramos a verla al cine. Tenía ocho tiernos añitos. A diferencia de otros chavales, tuve la suerte de crecer viendo películas para adultos: la trilogía de Rambo, Perseguido, Tango & Cash, Arma letal 2, Por encima de la ley, Danko: Calor rojo, Lionheart, Desafío total, Cobra, Sin perdón, Terminator 2, Soldado universal, GoldenEye… Disney nunca fue lo mío.

Jungla de cristal me dejó flipando. Desde entonces es una de mis películas favoritas, repito los diálogos de memoria y suelo revisionarla en Navidad como acabo de hacer para escribir este artículo. No ha perdido vigencia, debo reconocerlo. Como fan de la saga, las he visto todas en pantalla grande, incluida la última —La jungla: un buen día para morir (2013)— que, en mi humilde opinión, podrían haberse ahorrado.

Cartel de Jungla de Cristal

Por qué es la mejor película navideña

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Entremos en materia: el guion escrito por Steven E. Souza y Jeb Stuart se basaba en la novela Nothing Last Forever de Roderick Torp, secuela de su libro, The Detective, que conoció una adaptación cinematográfica protagonizada por Frank Sinatra en 1968. Por motivos contractuales, se le ofreció el papel a Ojos azules, pero este declinó la oferta; contaba con más de setenta años de edad, demasiado mayor para interpretarlo.

Mel Gibson, Burt Reynolds, Richard Gere, Clint Eastwood, Silvester Stallone y Arnold Schwarzenegger —en un principio Jungla de cristal se planeó como una secuela de Commando— también lo rechazaron. Finalmente, el rol recaería en Bruce Willis, actor en la pequeña pantalla que siendo prácticamente un desconocido, exigió a Twentieth Century Fox cinco millones de dólares, sueldo que fue criticado por los medios en la época. 

Aunque en la actualidad es imposible imaginar a McClane interpretado por otro individuo, la elección generó controversia su momento. Willis carecía del tirón comercial de cualquiera de los anteriormente mencionados, no era un héroe musculoso lleno de testosterona como los que triunfaban en taquilla. Irónicamente, ello fue una baza a favor del film: McClane es un tipo normal, el vecino de al lado, con sus dudas y flaquezas, con el que el público empatiza desde el primer instante. Hasta tiene miedo a volar, por Dios. Fumador empedernido, cínico y deslenguado, se la sopla el sistema y sus normas. Gran parte de los diálogos fueron improvisados por el propio actor. Su juventud de clase obrera de Nueva Jersey le fue útil a la hora de dar matices al personaje. Huelga decir que Willis cumplió y con creces. 

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Un héroe no puede medirse sin un villano que esté a la altura. Hans Gruber —un Alan Rickman que venía de interpretar al pérfido Vizconde de Valmont de Las amistades peligrosas en el teatro— aceptó el papel en lo que se convertiría en su debut en el celuloide. Mejor elección, imposible.

Hans Gruber interpretado por Alan Rickman

Gruber es la antítesis de McClane: culto, sofisticado y expeditivo. Con la barba perfectamente recortada, trajes de marca, pedantería y educación clásica, se muestra condescendiente con el protagonista tachándolo de vaquero: «Otro americano que vio demasiadas películas de niño, otro huérfano de una cultura en declive que se cree John Wayne, Rambo, el Equipo A». La mítica respuesta de nuestro héroe pasaría a la historia: «Yipi kai yei, hijo de puta». Eso es tener clase y lo demás tontería. El patrón se repetiría de 1988 en adelante: el antagonista principal, con todo su refinamiento, planes perfectos, inteligencia y secuaces, morderá el polvo ante un poli irlandés medio paleto. ¿Clasismo? Por supuesto. Nunca subestimes a la basura obrera, puede correrte a hostias cuando menos lo esperes. 

Mientras se desata el caos, las caricaturescas fuerzas del orden son inútiles. Dwayne T. Robinson, subcomisario del Departamento de Policía de Los Ángeles, es incapaz de sobrellevar el ataque de los terroristas, al igual que los agentes del FBI, Big Johnson y Little Johnson, a los que les importa un comino el destino de los rehenes. Los aliados de McClane son gente de la calle: el sargento All Powell y Argyle, el chófer de la limusina que conduce a protagonista al Nakatomi. Tipos humildes, currantes en los que se puede confiar para las emergencias. Resulta irónico que Zeus Carver lo acuse de racista en el futuro. John siempre se ha llevado fenomenal con sus hermanos negros. Un detalle a tener en cuenta: la inclusión forzada no formaba parte del canon del cine de los ochenta. McClane se las tendrá que ingeniar para mantener la cabeza sobre los hombros, salvar a los rehenes y, ya puestos, reconciliarse con la parienta. Parece sencillo, ¿verdad? 

El rascacielos a medio construir —que homenajea indirectamente a El Coloso en llamas— es un protagonista más de la película. Un laberinto de pasillos, oficinas, ascensores, obras y conductos de ventilación, en el que la muerte acecha detrás de cada esquina. Los villanos, un grupo de ladrones alemanes que se hacen pasar por terroristas, no tienen escrúpulos y ejecutarán a quien sea necesario para conseguir sus objetivos. 640 millones de dólares en bonos es el objetivo. Pasta, mucha pasta. John termina hecho mierda: herido, manchado de sangre, grasa, sudor y mugre. Maravilloso. Los héroes que cobran el salario mínimo molan más con la cara reventada. 

La puesta en escena de John McTiernan (Depredador, La caza del Octubre Rojo) resulta impecable. Un entorno sofisticado, claustrofóbico, al que se le saca todo el partido posible. El director rueda como la vieja escuela: apenas se usan efectos especiales y las set pieces de acción poseen claridad, nervio y energía. Solo ante el peligro, descalzo y en camisilla, armado con una Beretta 92FS y en inferioridad de condiciones, McClane debe enfrentarse a unos adversarios superiores en entrenamiento, número y recursos. Powell es su único amigo. Este lo apoya durante la aventura, le cuenta lo que sucede en el exterior y comparten confidencias íntimas. Todo fluye de forma natural, nada suena impostado. 

Una muestra del estilo y la elegancia de McClane

Escenas míticas del cine de acción

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Jungla de cristal cuenta con escenas míticas: John arrastrándose por las entrañas del rascacielos, John volando una planta del edificio con C4, el enemigo disparando a las cristaleras para herir a McClane, la respuesta admirada de Holly cuando un frustrado Karl destroza el minibar: «Sigue vivo. Solo John consigue cabrear así a alguien», el salto atado a una manguera mientras explota la azotea del Nakatomi, la caída de Gruber al vacío… Una Navidad sin ver el careto de susto de Hans mientras se va a tomar por culo, no es Navidad. Nuestro héroe, un Sonny Crockett de barrio, se las apaña en todo momento con lo que va encontrando por el camino para sobrevivir. 

John es vulnerable: sangra, sufre, llora, se muestra arrepentido por los errores de su matrimonio, por no apoyar a Holly cuando fue ascendida en su empresa. Las peleas cuerpo a cuerpo son sucias, barriobajeras. Todo vale, sin reglas. Lástima que la humanidad del detective fuera desvaneciéndose durante las siguientes entregas hasta convertirlo en un superhéroe indestructible 

Jungla de cristal es puro entretenimiento, diversión y espectacularidad. Los personajes son simples, pero bien desarrollados. Hasta los secundarios —el despreciable reportero Richard Thornburg, capaz de hundir a cualquiera con tal de conseguir un reportaje o Harry Ellis, el yuppie enfarlopado que pretende vender al protagonista para salvar el pellejo—, tienen sus cinco minutos de gloria en la pantalla. La hemoglobina que no falte. Por desgracia, la sangre ha desaparecido en las salas de cine para conseguir una calificación apta para todos los públicos. 

Contra todo pronóstico, la película fue un bombazo veraniego que recaudó 140 millones de dólares en taquilla, convirtió a Willis en una superestrella, recibió cuatro nominaciones a los Oscar en apartados técnicos, creó su propia franquicia de películas, cómics y videojuegos, y marcó escuela para una serie de imitadoras —Speed, Pasajero 57, Alerta Máxima, Muerte súbita, Decisión crítica, Máximo riesgo, Air Force One, etcétera— que fueron incapaces de igualarla. Lo dicho: un clásico navideño al que, además, colabora su gran banda sonora. 

La banda sonora de Jungla de Cristal

Michael Kamen (Arma Letal, Licencia para matar) fue el encargado de la banda sonora. La música, tensa y ominosa, refleja el suspense de las escenas. Sin embargo, no está exenta de cierto humor. Al fin y al cabo, hablamos de un producto palomitero. Percusión, guitarras, electrónica, cuerdas, metales y cascabeles cuadran perfectamente, tanto como en los momentos de acción como en los más reposados.

Las brillantes suites —«Assault on the Tower» y «The Battle»— no permiten un segundo de respiro. Kamen interpola piezas como «Ode to Joy» de la Novena Sinfonía de Beethoven —fue idea del director incluirla—, los clásicos navideños «Winter Wonderland» y «Let It Snow», y la famosa «Singing in the Rain» en la partitura.

Como en un principio nadie confiaba en el éxito de la película, el soundtrack fue triturado y reorganizado en la edición final, privándolo de su espectacularidad. Nunca se llegó a utilizar el material original al completo, solo las mismas pistas que se repiten constantemente. De hecho, entraron cortes descartados de otros compositores, —James Horner («Resolution and Hyperspace» (Excerpt) de Alien 2) y John Scott («We’ve Got Each Other» de Man in Fire)— para redondear el conjunto. “Brandenburg Concerto No. 3 in G Major (Allegro Moderato)” de Bach, «Christmas in Hollis» de RUN-D.M.C., «Skeletons» de Stevie Wonder y «Let It Snow, Let It Snow, Let It Snow» de Vaughn Monroe también suenan en el film.

Durante años, circularon copias de la banda sonora con pésima calidad de sonido. A pesar del deseo de los fanáticos, no vería la luz la edición íntegra hasta Die Hard: 30 Anniversary Remastered Limited Edition (La-La Land Records, 2018), con los consabidos extras, temas inéditos y versiones alternativas. 

Dónde ver Jungla de Cristal en streaming

Jungla de Cristal (o Duro de matar en Latinoamérica) está disponible en Disney+.

Ficha de la banda sonora de Jungla de Cristal

Fecha lanzamiento: 13 de noviembre de 2018
Discográfica: La-La Land Records
Mejores canciones: «Ode to Joy», «Christmas in Hollis», «Skeletons», «Let it Snow»
EscucharYouTube, Spotify
Comprar: Amazon

Portada

Lista de canciones de Jungla de cristal

Disco 1: The Film Score

1. «Main Title»

2. «Seeing Holly»

3. «Terrorist Entrance»

4. «The Phone Goes Dead / Party Crashers»

5. «John’s Escape / You Want Money»

6. «The Nakatomi Plaza (Takagi’s Death)»

7. «Wiring The Roof»

8. «Approaching The Vault»

9. «Fire Alarm»

10. «Tony Approaches»

11. «Tony And John Fight»

12. «Santa»

13. «He Won’t Be Joining Us»

14. «And If He Alters It»

15. «Going After John»

16. «Have A Few Laughs / Al Powell Approaches»

17. «Under The Table»

18. «Welcome To The Party»

19. «Yippee Ki-Yay»

20. «Holly Meets Hans»

21. «Assault On The Tower»

22. «John Is Found Out»

23. «Attention Police»

24. «Bill Clay»

25. «Shoot The Glass»

26. «I Had An Accident» (Extended Version)

Disco 2: The Film Score (Continued)

1. «The Vault» (Film Edit) 

2. «Message For Holly» (Film Edit)

3. «Gun In Cheek» (Extended Version)

4. «The Battle / Freeing The Hostages»

5. «The Fire Hose»

6. «Helicopter Explosion And Showdown»

7. «Happy Trails, Hans»

8. «Aftermath – Powell’s Comeback»

9. «Let It Snow»

Música adicional

11. «Main Title» (Alternate)

12. «The Nakatomi Plaza (Takagi’s Death» (Alternate)

13. «Approaching The Vault» (Alternates)

14. «Tony Approaches» (Alternate)

15. «Yippee Ki-Yay» (Extended Version) 

16. «Assault On The Tower» (Alternate Excerpts)

17. «Attention Police (Pick Up Opening)» 2:04

18. «The Vault» (Alternate)

19. «The Vault» (Alternate Performance) 

20. «Message For Holly» (Original Version)

21. «Message For Holly» (Revised Version)

22. «Happy Trails» (Tracked Film Edit) 

23. «We’ve Got Each Other»

24. «Resolution and Hyperspace» (Excerpt) 

25. «Wild Percussion»

26. «Roy Rogers Meets Beethoven’s 9th» (Source)  

27. «Winter Wonderland» (Source) 

28. «Let It Snow» (Source) 

29. «Christmas In Hollis»

Disco 3: The Vault: Bonus Music from Die Hard

1. «Main Title» (Film Edit)

2. «Seeing Holly» (Film Mix)

3. «The Phone Goes Dead / Party Crashers» (Extended Opening)

4. «The Nakatomi Plaza (Takagi’s Death)» (Orchestra Only) 

5. «Wiring The Roof» (Film Mix Excerpt) 

6. «Tony Approaches» (Film Mix) 

7. «Going After John» (Film Mix) 

8. «Al Powell Approaches» (Film Mix) 

9. «Al Powell Approaches» (Alternate)

10. «Under The Table (His Bag Is Missing)» (Film Edit) 

11. «John Is Found Out» (Film Mix) 

12. «Bill Clay Pt. 1» (Film Mix) 

13. «Bill Clay Pt. 2» (Extended)

14. «Shooting The Glass»

15. «Message For Holly» (Original Version) (Orchestra Only)

16. «The Battle» (Alternate Excerpt)

17. «Wild Take»

18. «Roy Rogers Meets Beethoven’s Ninth» (Alternate)

19. «Hip Hop Christmas» (Source)

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