Crónica de Blur en el FIB 2015

Los relámpagos y la lluvia suelen estar asociados con la tristeza, algo que se han encargado de cultivarnos en el séptimo arte. Sin embargo, el tercer día del FIB 2015 se propuso romper con ese pretexto. Con resaca, tobillo vendado y agua sobre mi cabeza, intenté paliar como mejor pude las secuelas de ver a The Prodigy y aventurarme ante el que para mí era el mejor día del festival celebrado en Benicàssim. Ahí va mi crónica de Blur en el FIB 2015.

Los entrantes

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Todo empezó con Kaiser Chiefs. Con respecto a ese concierto, yo pertenecía a la gran mayoría que esperaba escuchar “Ruby” como agua de mayo (o de julio), consecuencia de no explorar mucho más que su top 5 en Spotify o Apple Music. Pero fue suficiente. Más tarde era el turno de Los Planetas, quienes enloquecieron a un gran número de fans que vibraban con cada acorde, especialmente cuando llegó “Un buen día” y apareció Gaizka Mendieta para tocar la guitarra. Por desgracia, yo no compartía esa euforia por el grupo granadino, la mía era una emoción contenida hasta la llegada de Blur.

Blur

La espera había valido la pena, pude avanzar tanto que terminé en las primeras filas del público. Mientras tanto, los allí presentes veíamos cómo en las zonas laterales del escenario colocaban los helados que ilustran la portada de The Magic Whip y tres bolas de discotecas en la parte central, cada una de ellas rodeada por un logo calcado al de la Iniciativa Dharma en Lost. A cada aparente presencia de un miembro de la banda londinense, el público vociferaba sin ningún tipo de amor propio por sus cuerdas vocales.

Finalmente, la melodía de un camión de helados irrumpió en el escenario Las Palmas del FIB. El concierto había comenzado. Aquel sonido se fue transformando hasta evidenciar algunas notas conocidas por muchos seguidores de Blur, las correspondientes a “Go Out”. Así, la suave armonía se sustituyó por un estridente acorde de guitarra que daba inicio a la canción que se pudo percibir durante el preludio. El público enloqueció. Pero fue con la siguiente, “There’s No Other Way”, mucho más rítmica, donde los empujones y la avalancha de personas hacía imposible permanecer en primera fila. Por lo tanto, cual soldado herido de batalla, me vi obligado a relegar posiciones y contemplar la guerra desde la lejanía.

Frente a la pasividad del resto de integrantes, Damon Albarn recorría el escenario de derecha a izquierda como si un adolescente eufórico se tratase. Aunque podía parecer que el concierto era una oportunidad para presentar los temas del nuevo disco, el setlist fue un recopilatorio de los mejores éxitos de la banda. Por ello, no faltaron “Coffee & TV”, “Beetlebum” o la popularmente conocida “Song 2” (que, si no tocan, no son contratados en festivales). Asimismo, en “Parklife” se eligió a una chica del público que, frente a la atenta mirada de miles de “fibbers,” brincó, saltó y cantó junto a Damon. Lo hacían tan bien que incluso parecía estar ensayado.

Sin embargo, las canciones más lentas de Blur aparecieron cuando quizás no era el momento más adecuado. Por ejemplo, parecía que “This Is a Low” era el tema elegido para poner fin al espectáculo, antes precedida por “To The End”. No era ese el final que esperábamos de la banda británica. Por suerte, el grupo recuperó el escenario y culminó con “Girls & Boys” y “The Universal”, para así reanimar a un público que, ya de madrugada, buscaba despedirse del espectáculo de la mejor forma posible. Por suerte, eso ocurrió.

Setlist de Blur en el FIB 2015: