Dave Grohl, de ser odiado al más amado del rock

Repasamos la biografía de Dave Grohl, líder de Foo Fighters y ex de Nirvana. En la actualidad, es uno de los rockeros más admirados del mundo.

Dave Grohl es un personaje particular. A pesar de ser el líder de una de las mayores bandas de rock de la actualidad, sigue mostrándose como un tipo humilde y con la cabeza bien amueblada. Da igual que haya metido a 85.000 personas en recintos como el Wembley Stadium o que haya ganado once Grammys con Foo Fighters. Desde que entró como baterista en Nirvana, él tenía claro que solo quería hacer rock, y eso es lo que ha hecho siempre, a pesar de que fuese realmente odiado por ello.

Este fin de semana estuve viendo el documental Back and Forth de Foo Fighters, en el que los propios miembros y exmiembros de la banda nos cuentan toda su historia. Me pareció tan bueno el trabajo del director James Moll que no quería desaprovechar la oportunidad de comentarlo con todos vosotros, especialmente por la increíble biografía de Dave Grohl.

Si no habéis tenido la oportunidad de verlo, podéis hacerlo justo ahora si tenéis 100 minutos libres:

Orígenes: el punk y grunge

Con 17 años, Dave Grohl hizo las pruebas para entrar como baterista en un conocido grupo de punk de Virginia: Scream. Mintió al afirmar que tenía 20 años, pero su enérgico estilo detrás de los platos fue más que suficiente para entrar en la formación. Eran los años finales de los 80, así que le tocó vivir una época de muchos cambios en la música. El glam rock que tan bien había funcionado en aquella década que acababa empezó a aburrir, y surgieron muchos grupos contrarios a ese estilo. Fue la cuna de, entre otros, el trhash y groove metal, y, sobre todo, del punk más duro y del grunge.

Al hablar de grunge es inevitable mencionar a Nirvana, el grupo al que entró Grohl en 1990. Butch Vig, productor de Nevermind, explica en el documental de Foo Fighters que fue un momento mágico escuchar a Dave aporrear la batería en el inicio de «Smell Like Teen Spirit», una canción que surgió en uno de los primeros ensayos junto a Krist Novoselic y Kurt Cobain. Además, fue la que lo cambió todo. Catapultó a Nirvana al éxito mundial, convirtió a Kurt en una estrella del rock -algo que nunca quiso, según Grohl- y aceleró el triste final de la agrupación.

Post-Nirvana: Foo Fighters

La gente se tomaba como una traición que hubiese formado mi propia banda. Llegaron a decirme que Foo Fighters era una copia barata de Nirvana. «¿En serio?», les reclamaba yo. El único parecido que yo veía era que en ambos grupos había guitarras saturadas y ritmos contundentes. Es lo que siempre he sabido hacer y es lo que siempre he hecho, así que decidí seguir adelante a pesar de que las críticas llegaron a ser muy fuertes e injustas.

«Smell Like Teen Spirit» fue el desencadenante, pero el suicidio de Cobain fue el punto de giro definitivo. Grohl tenía compuestas unas cuantas canciones que nunca había compartido con sus colegas de Nirvana y, tras el duro mazazo que supuso la muerte de Kurt, sintió la necesidad de invertir su tiempo y dinero en grabarlas en un estudio cercano a su casa. Así surgió Foo Fighters, un disco en el que todo lo que escuchamos fue interpretado y compuesto por Dave. No quería que nadie le tachase como ‘el baterista de Nirvana’, así que decidió publicarlo como un grupo llamado Foo Fighters, que estaba formado por él solo en aquél entonces.

Pat Smear, Nate Mendel y William Goldsmith fueron los tres primeros acompañantes de Dave, pero todas las miradas se centraron en él. Según cuenta en el documental, la gente le odiaba por querer continuar en algo que no fuese Nirvana.

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Foo Fighters: una mala racha continua

No vamos a repasar aquí todos los cambios de formación que experimentó Foo Fighters desde que se publicó The Colour and the Shape -el primero en el que no solo participaba Grohl-, pero, creedme, fueron muchos. Lo peor de todo es que se produjeron a la vista de todos, cuando el grupo estaba haciéndose un nombre e incluso a veces cuando estaban de gira. Llegó un momento en el que solo quedaban como miembros originales Dave y Nate (bajista), pero es que hasta el propio Nate llegó a llamar a Dave para decirle que se marchaba.

Entre el odio y las críticas y la poca estabilidad, Foo Fighters no era el mejor grupo del que ser frontman. Por ello mismo, Dave Grohl decidió coger un poco de aire y volver a ser el baterista de una banda. Llegó su momento con Queens Of The Stone Age.

QOTSA y el renacer de Foo Fighters

Dave grabó las baterías de Songs for the Deaf, tercer disco de estudio de Queens Of The Stone Age. También salió de gira con ellos y dio la casualidad de que coincidieron con Foo Fighters en el Coachella Festival de 2002. Un día tocó con QOTSA y al siguiente con Foo Fighters. Gracias a esto, sus compañeros en Foo Fighters pudieron ver en directo a Grohl con su otro grupo, y, aunque hubo cierta envidia por el gran estado de forma que mostraron, tuvieron una bronca enorme al día siguiente antes de salir al escenario. Sin embargo, la actuación de Foo Fighters aquel 28 de abril fue memorable porque todos sintieron que era la banda en la que querían estar.

Con ese sentimiento de unidad nació «Times Like These», de One By One -un álbum con bastante historia, por cierto-. A partir de entonces las cosas tomaron otro rumbo y el éxito comenzó a superar las críticas hacia Grohl y su grupo.

La fórmula Grohl

La meteórica trayectoria de Foo Fighters desde aquella actuación en el Coachella es la merecida recompensa para toda una vida dedicada a la música. Está claro que si no hubiera sido por Nirvana los Foo Fighters no serían lo que son, pero tampoco hay duda de que sin Dave Grohl la historia no habría sido la misma. Su talento, su perseverancia y, sobre todo, su humildad han conseguido que hoy en día podamos hablar de un verdadero grupo de rock en el que solo importa el rock, no la fama, la polémica o las drogas. Y por ello es más que lógico que haya conectado tan bien con el público en los últimos años, llegando a convertirse en esa rockstar que un día fue Kurt Cobain, pero con muchas más luces que sombras.


Con todo este contexto, seguro que ahora vemos con otros ojos el descanso que se tomará Foo Fighters. Eso sí, Dave Grohl ya ha dicho que él no va a parar, así que esperemos que siga dándonos razones para admirarle.

Artículo publicado originalmente en Cuchara Sónica

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