Según declaraciones de Geezer Butler para Dangerous Minds, Black Sabbath y la droga eran uno en los años setenta. En concreto, en 1972, cuando grabaron su .Vol.4., Butler calcula que gastaron 75.000 dólares en cocaína. Nada mal teniendo en cuenta que invirtieron 60.000 dólares en la grabación del citado álbum.
Butler añade en otra entrevista:
No puedes componer o tocar si no eres consciente de lo que pasa. Como Ozzy no tenía que tocar ningún insrumento, mientras nosotros componíamos él estaba en el bar poniéndose trompa y haciendo todo tipo de cosas. [Incluyendo algún trastorno sexual raro que le llevaban al desmayo].
En su autobiografía, I Am Ozzy, publicada en 2010, el vocalista dijo:
En algún punto nos empezamos a preguntar de dónde coño estaba saliendo toda esa coca. Te lo digo en serio: esa coca era la más blanca, pura y fuerte que te puedas imaginar. Una esnifada y eras el rey del universo.
Y comenta que .Vol.4. iba a haberse llamado Snowblind, pero la discográfica no lo permitió:
Para mí, Snowblind era uno de los mejores discos que habíamos hecho nunca, aunque la discográfica no nos dejó mantener el nombre. La cocaína era bastante más escandalosa en aquella época y no querían crear ningún tipo de controversia, así que no discutimos nada.
Toda la cocaína se servía al grupo en avión privado. Aparte de cocaína, también consumían metacuolona y mucho alcohol. Butler confiesa que, una vez, alguien le echó varias gotas de LSD en una copa, lo que le llevó a querer saltar por una ventana. Menos mal que Tony Iommy y Bill Ward le pararon los pies.
Compartimos a continuación una versión en directo de “Snowblind” en el año 1978. No hace falta que os diga quién ‘patrocinó’ el show, ¿no?
