Hace unos días publicamos la crítica de Skills In Pills y para darle continuidad al tema, hemos querido compartir la entrevista con Till Lindemann que ha hecho la revista Rolling Stone. Como cuenta cosas sobre el álbum, así como otras anécdotas e historias que merecen la pena, la hemos traducido entera para que todo el mundo pueda disfrutarla.
Antes de empezar: Till aclara que no hay planes para salir de gira con este proyecto, pero que en dos años espera grabar una continuación de este LP. Ahora sí, leamos.
¿Cuál fue la canción que sirvió para iniciar este proyecto?
“Ladyboy”. La compuse en inglés porque quería que Peter (Tägtgren, su escudero en este álbum) supiera de qué iba mi idea. Él no habla alemán.
¿Y qué inspiró “Ladyboy”?
Todo el mundo espera que diga “Fui a Tailandia” pero es solo una pequeña y extraña fantasía. Es muy divertido cuando dejas que la gente interprete el significado por sí misma.
¿Pero es una pequeña y extraña fantasía para ti?
No, es un deseo. Y, en cierto sentido, estoy celoso de esa gente porque tiene ambas opciones. Como en la comida: si tienes langosta y carne, tienes olas y césped (risas). Y es lo mejor. Tener ambas cosas. ¿Sabes a lo que me refiero?
¿Entonces estás celoso?
Oh, Dios, claro.
¿Tienes miedo de que tus letras arruinen tu vida amorosa?
Sí (risas).
Hablemos de la canción “Fat”. Pareces avergonzado pero también feliz de sentir atracción por mujeres gordas. ¿Por qué esa dualidad?
¿Has visto alguna vez estos documentales sobre personas que dan de comer a una señora realmente gorda? Este fetiche me inspiró porque es tan irreal y raro pero a la vez tan increíble. Es que al tipo no le importa. Le gusta, y creo que eso genial. Es un amor totalmente diferente porque no va sobre estética, belleza y un cuerpo bonito. Es solo amor puro.
“Una groupie me propuso cagarme encima”
Quizá ahora se te acerquen diferentes tipos de groupie…
Estaba a punto de decir que estoy preparado para ello (risas).
Así que quizá haya algo de verdad en esa letra…
Oh, por supuesto. Todo el tiempo vamos a tener muchos pavos.
No entiendo lo que dices
Tienes la carne blanca, es decir, la carne sana, y puedes follártela también, así que es como dos en uno (risas)
Lo pillo, todo el mundo es bienvenido.
Eso es.
¿Cuál es la propuesta más loca que te haya propuesto una groupie?
(Suspira) Escoja una letra, de la A a la F (risas). Hubo una vez una chica que quería cagar encima de mi barriga.
¿Y cómo te lo propuso?
Me ofreció una praliné, una de esas chocolatinas que hacen en Francia, con trufas y otras cosas. Están riquísimas. Me lo dijo todo muy poético y romántico. No me dijo algo así como “¿Puedo cagarte en la frente?” (risas). Lo dijo muy educadamente. “¿Puedo ofrecerte una praliné?”
La gente va a pensar que tu vida es solo drogas y sexo, si nos basamos en este disco.
Déjales que piensen. ¿Qué más importa? (Risas). Si me vieras ahora… (risas). No, en serio, tengo una vida normal. Es necesario tener una vida en la que vuelves a casa, tienes familia e hijos y luego está la vida de las giras. Conozco a un par de tipos que no tienen eso (familia). Viven alocadamente todo el tiempo.
Ahora que mencionas a tus hijos y familia, ¿qué piensan tus hijos sobre “Praise Abort”?
Saben que es ficción, como interpretar un papel. Es algo que está, mmm, en un rincón de mi mente a veces. Es fácil escarbar en la mente de diferentes personas.
¿No crees que piensen algo así como “Cuánto tiempo lleva papá arrepintiéndose de mi existencia”?
Oh, mis hijos me conocen, y conocen la historia de Rammstein. Es difícil sorprenderles. Ya he sido castigado, en el sentido de que son muy seguidores de Coldplay.
Como las letras de Rammstein no son muy diferentes de las letras de Lindemann, ¿qué estrofas han traumatizado más a tu familia?
Al principio de todo, salimos de gira con Rammstein por salas muy pequeñas. No teníamos ni un disco publicado. Tocábamos en restaurantes y pubs al sur de Alemania. Y mi familia fue a un sitio cerca de mi pueblo. Y había una canción, “Das Alte Leid”, en la que cantaba en el escenario “Quiero follar”. Y en aquellos días era como obsceno cantarlo delante de 800 personas, así que… Y vi a mi madre, que se giró y se fue del sitio (risas). Mi hermana empezó a reírse y a animar (risas). Sentimientos encontrados y reacciones variadas. La canción es realmente lenta y pesada. Es como un poema. Canto muy oscuro y entonces, de repente, “¡Quiero follar!” (risas). Para mí madre fue complicado. Trabajaba para una radio entonces y trajo a sus compañeros de trabajo al concierto, a Hamburgo, diciendo “¡Venga, mi hijo toca, vamos a verle!”. Y luego se fue del sitio.
“Mis hijos ya me han castigado: son muy seguidores de Coldplay”
Entonces estoy seguro de que tu familia sabía sobre lo que trataba este disco.
Sí, esto es como un paseo en el parque (risas). Creo que cuando te bajas los pantalones una vez, la gente va a dejar de sorprenderse. Pero, por supuesto, sabes que hay canciones como “Ladyboy”, “Golden Shower” o “Praise Abort”. Quiero decir, las tres son muy brutales en diferentes maneras. Pero, ¿por qué cantar sobre el blues si te lo puedes pasar bien?
¿Estás preparado para que grupos pro-vida te ataquen por “Praise Abort”?
Claro. Tenemos abogados en fila esperando.
¿Ha habido algún grupo político o religioso que haya intentado parar a Rammstein?
Varias veces en Estados Unidos. En Denver y en los estados mormones, en Chicago, en un par de ciudades hubo como pequeñas manifestaciones. Gente de la iglesia. Una manifestación con grandes pancartas en las que se leía “Nazis, volved a casa” y cosas como esas. Eran grupos religioso y cristianos, pero siempre hay. Para Slipknot y Manson están siempre ahí, por ejemplo. Es como una rutina de fin de semana para ellos. La gente se va de picnic y ellos hacen manifestaciones (risas). Es como… “algunos tipos maleducados tocan aquí esta noche”.
¿Te has burlado de ellos o les has provocado alguna vez?
No, no. Soy educado. Todo el mundo puede hacer lo que quiera.
Os vi en Denver en 1999 y la liasteis mucho en “Bück Dich”, que en alemán es como “agacharse” y estuviste haciendo como que te tirabas a Flake, el teclista.
Sí, sí. Me arrestaron por eso en Maine. Fuimos a la cárcel por eso.
¿Cómo te trataron en la cárcel?
Más o menos bien. Fue un día y una noche. El problema es que cuando tengo que viajar todavía tengo que seguir explicando por qué me arrestaron y por qué tengo antecedentes. Nunca se olvida algo así. Así que para el resto de mi vida. en cuanto entro en territorio americano, tengo que hacer una entrevista. Intenté eliminar esto de mi historial con algunos abogados, pero es imposible. “Exhibicionismo”.
“Hace años, en Alemania del Este, nos preparábamos nuestros cocktails de pastillas porque no se vendían drogas”
Le pusiste al disco Skills In Pills. ¿Cuáles son tus experiencias con las pastillas?
De esto hace mucho. En la Alemania del Este no teníamos acceso a ninguna droga. Era una cosa socialista, estaba totalmente prohibido. Incluso si quisieras y tuvieras el dinero, no se podían conseguir. Así que nos hacíamos cocktails propios con pastillas y medicinas. Necesitas tener cierta habilidad para conseguir el cocktail adecuado. De lo contrario, puedes morir o quedarte tonto para siempre, o convertirte en Mongol (risas). Algo así como nunca volver de ese viaje.
¿Tuviste alguna mala experiencia con esos cocktails de pastillas preparados por gente sin habilidad para ello?
Mírame (risas).
¿Has actuado alguna vez drogado?
No, no. No puedo hacer eso. Tiene que ver con el seguro por el fuego y esas cosas. No me dejan beber porque si pasa algo voy a la cárcel para siempre. Si pasa algo con el fuego y demás, yo soy el responsable del público y de mis compañeros en el escenario. ¿Pero después? Por supuesto. Bienvenido a mi pesadilla.
Hablando sobre la pirotecnia, ¿cómo de fácil es lidiar con los bomberos de Estados Unidos?
Todo es el doble de caro porque tienes que mostrarles la jodida cosa completa, todo el concierto para ellos. Gasta alrededor de 7.000 o 10.000 dólares por noche solo para los bomberos. Y luego tienes que explicar todo sobre las medidas de seguridad. Tocar en el Madison Square Garden fue una pesadilla, pero también tengo que decir que con el 90% de estos bomberos, si eres educado y profesional, no hay ningún problema y tratan de ayudarte.
¿Qué es lo que más molesta a los bomberos?
Temen el fuego abierto, pero ese no es el problema. El problema son las explosiones con chispas. Las chispas pueden caer y causar llamas, como crecer debajo de una mesa de mezclas o en un cable. Y entonces, cuando menos te lo esperas, se produce un fuego.
Antes de que nos vayamos, ¿tienes alguna idea para nuevas canciones de Lindemann?
Hoy intentamos sacar algo con el estribillo “Estoy demasiado borracho como para chupar tu culo”.
Es una entrevista corta, se quedan aspectos personales en el tintero, como fans me gustaría conocer más de su vida personal. por lo demás, buena traducción.
Supongo que había que dejar más detalles para otras entrevistas 🙂
Gracias por comentar!
\m/