El nuevo disco de The Weeknd, Starboy, es uno de los últimos grandes lanzamientos mainstream del año. ¿Qué tal suena?
Admiro que The Weeknd intente ser un enigma incluso aunque parezca que no lo está intentando. Mira por ejemplo la canción que da título al disco junto a Daft Punk; aunque los synths y las cajas de ritmos se identifican claramente, las letras de Abel Tesfaye representan un arquetipo bastante típico de Svengali, ese hombre judío que hipnotiza a una chica con sus encantos. Y lo hace de una manera que sólo él mismo puede, desvaneciendo las sílabas y frases, evitando que nos fijemos en los versos.
En términos generales, Starboy es agradable pero innecesario: expandido a 18 cortes, es el mismo truco que, aunque consistente, reinventa constantemente cómo de insulso puede llegar a ser el concepto de experimentación. Catorce meses después de Beauty Behind the Madness, su anterior álbum, es una entrega que demuestra, si acaso, que Tesfaye no ha aprendido absolutamente nada.
Lo que implica esto es que Starboy carece completamente de inspiración y es consistentemente aburrido, y esa no es una conclusión justa con la que quedarse. Las primeras canciones del disco, como “Rockin'” o “Secrets”, son entretenidas gracias a la influencia funk y el toque synthpop, respectivamente. En otros momentos, se pasa al boom bap (“Sidewalks”), al nu-disco (“I Feel it Coming”), sin que sean impresionantes, pero eficaces. Y cuando parece que Tesfaye está arriesgando un poco y jugando con diferentes estilos, Starboy gana mucho. Pero esos momentos conforman una minoría de la duración total del álbum, a menudo enfocada en la complacencia que frustra en vez de decepcionar. Por ejemplo, “Stargirl Interlude”, donde la típica Lana Del Rey sin pasión otorga uno de los momentos más emocionantes del CD con un breve interludio que amenaza los impulsos sexuales de The Weeknd. Suena diferente, y revela unas complejidades en The Weeknd que, de otra manera, quizá nunca habríamos escuchado (‘I just want to see you shine / ‘cos I know you’re a Stargirl’).
La mayor parte del disco, sin embargo, cuesta encontrar algo de inspiración que sirva para alargar el disco más de una hora. A veces resulta obvio, como en “False Alarm”, en la que los synths y las letras sarcásticas suenan claramente heredades de The Smiths, y eso en el mejor de los casos. A veces suena simplemente sin inspiración; no muy grave en “Party Monster” o difícil de abordar en “True Colors,” “Attention,” “Nothing Without You,” etc. No obstante, los mejores momentos vienen gracias a Daft Punk, que otorgan las victorias a Starboy.
En “Starboy”, The Weeknd se suicida, presume de sus coches y habla de esnifar cocaína en sentido figurado, todo orquestado por una robusta y pegadiza caja de ritmos. En “I Feel it Coming”, cambia lo pervertido por lo platónico, con ese giro a lo disco. En ambos temas, ofrece al oyente nuevas posibilidades para el sonido de The Weeknd. Pero en la mayoría de Starboy, esas posibilidades se quedan en algo poco definido, y la ejecución de The Weeknd suena aburrida; a pesar de haber contado con un buen casting de productores, colaboraciones e influencias, no se nota evolución en su interpretación o en su estilo. De alguna manera, el gran éxito de Starboy es navegar sobre las expectativas siendo competente. En un sentido más crítico, es decepcionante, otra pista de que Tesfaye es simplemente otro músico pop bien producido.
Starboy no es un nombre inapropiado para el álbum. Dejando a un lado eso de ser el Rey de los Caídos, las letras de Tesfaye están llenas de un nihilismo casual que actúa como un apoyo más que como una virtud. Aunque seguro que hay cosas buenas que se pueden decir de él cuando loopea su propio nombre, Starboy no se caracteriza precisamente por la reinvención. Salvando la pequeña sorpresa de la canción que da nombre al CD, todo el trabajo suena como una especie de cara B. Está probando nuevas cosas de una manera algo vaga -guiños a Prince y Bowie incluidos-, pero es algo muy poco frecuente.
Esencialmente, Tesfaye ha sacado ese tipo de disco que premia a la atención pero no castiga a los oyentes superficiales. Sigue a la moda -con la colaboración de Kendrick Lamar, por ejemplo- pero no es algo que merezca un elogio efusivo. Pero, al igual que Beauty Behind the Madness, es suficiente… por ahora.
Adaptación al español de la crítica de Elliott S. Edwards
Ficha
Discográfica: Republic Records (UMG)
Fecha de publicación: 25 de noviembre de 2016
Tres canciones fundamentales: “Starboy”, “I Feel It Coming”, “Stargirl Interlude”
Escúchalo: en Spotify
Cómpralo: en Amazon, iTunes
Portada
Listado de temas
- Starboy (con Daft Punk)
- Party Monster
- False Alarm
- Reminder
- Rockin’
- Secrets
- True Colors
- Stargirl Interlude (con Lana Del Rey)
- Sidewalks (con Kendrick Lamar)
- Six Feet Under (con Future)
- Love to Lay
- A Lonely Night
- Attention
- Ordinary Life
- Nothing Without You
- All I Know ft. Future
- Die For You
- I Feel It Coming (con Daft Punk)
Gira
The Weeknd tiene fechas confirmadas por Europa y Estados Unidos, pero nada por ahora en España. Sí hay una cita por Latinoamérica: el 23 de marzo de 2017 como parte del festival Estéreo Picnic.
Más info en su web oficial.
lo mejor del disco es Daft pUnk sin duda